El bitcoin fue creado en el año 2008 por alguien con el seudónimo Satoshi Nakamoto como reacción a la caída del sistema financiero a raíz de la crisis de hipotecas basura que se originó en Estados Unidos y que contagió la economía mundial generando una grave crisis financiera. Satoshi presentó la definición de lo que sería el bitcoin en noviembre de 2008 y un par de meses más tarde publicó el software que procesaría los tokens del bitcoin generando así lo que se llamó el bloque inicial.
El bitcoin no es controlado por nadie en particular, muy por el contrario, es mantenido por una red de usuarios alrededor del mundo donde las transacciones son verificadas por consenso de la red y no por una organización como un banco central.
El valor inicial del bitcoin cuando comenzó a ser comercializado osciló entre los 0.0008 y 0.08 dólares, lo que quiere decir que quien compró bitcoin en sus inicios hoy en día es ciertamente multimillonario, evidentemente si guardó sus bitcoins hasta el día de hoy.
La idea inicial de Satoshi fue crear un medio para efectuar transacciones diarias pero también para driblar el sistema bancario tradicional después de la crisis financiera de 2008.
El número de transacciones que pueden ser procesadas por segundo en el blockchain, la base de datos donde las transacciones son almacenadas, es demasiado bajo y costoso, lo que hace imposible usar el bitcoin como moneda de pagos. Para driblar esa limitación del blockchain surge la red lightning que permite efectuar micropagos en fracciones de segundo y cuyo costo es infinitamente más bajo que efectuar transacciones directamente en el blockchain.
Sin embargo, aunque existan alternativas para efectuar pagos a costos bajos y de manera casi instantánea, la volatilidad del bitcoin hace con que sea imposible garantizar que el precio de un bien o servicio hoy pueda ser el mismo mañana, ya que la cotización del bitcoin está directamente vinculada a una moneda fiat, sea esta el dólar, el euro ou la libra esterlina. Por ejemplo, si yo sé que una televisión hoy vale 500 dólares y mañana continuará valiendo 500 dólares, ¿por qué razón yo compraría bitcoins hoy para comprar esa televisión dentro de tres días sino tengo garantía de la preservación de valor de mi dinero? ¿No sería mucho más simple ir a la tienda y comprarla en dólares?
Pero no sólo eso, para poder efectuar pagos en bitcoin es necesario, obviamente, adquirir los bitcoins en las debidas casas de cambio, sean estos bancos o cooperativas de ahorro, lo que implica en pagar costos para realizar ese cambio de dólares a bitcoins, costos que por la normativa del gobierno salvadoreño no son transparentes y que sin duda están escondidos en la tasa de cambio que el cambista le ofrece al ciudadano para adquirir los bitcoins.
¿Cuál es entonces el sentido de cambiar dólares, una moneda estable, para bitcoins, una moneda altamente volátil? Esa pregunta se la dejo al lector para que la responda él mismo.
Finalmente, ¿cuál sería entonces la utilidad del bitcoin? A través de la última década se ha observado como el bitcoin ha subido de precio alcanzando en 2021 el valor record de 64 mil dólares, perdiendo más de 50% de su valor algunas semanas más tarde. ¿Podría un ciudadano que no tiene el tiempo ni el dinero darse el lujo de especular con su salario sin tener la certeza que el siguiente día podrá comprar su comida? La respuesta obvia es no, por lo cuál la respuesta a la pregunta inicial es bastante simple, el bitcoin, y otros cripto activos pueden ser utilizados para fines especulativos, pero la especulación se hace con dinero que no necesitaremos en el corto plazo, dinero que si por acaso lo perdemos no nos hará falta para nuestra sobrevivencia.
Mientras escribo este artículo, el bitcoin ha oscilado en los últimos cuatro días de 40 mil dólares a 47 mil, lo que es fenomenal para quien adquirió bitcoins a 40 mil, ¿pero qué tal si alguien compra bitcoins hoy a 47 mil, y mañana la cotización se desploma retornando a los 40 mil iniciales, o menos? Este riesgo no se lo puede tomar el ciudadano que depende de su salario para su sustento diario, ahora imagine usted cuando el gobierno se da a la tarea de especular con los impuestos del pueblo, ¿podrá esa historia tener un final feliz? El tiempo lo dirá.