El 7 de junio de 2021, durante la Conferencia Internacional Bitcoin en Miami, a través de una videoconferencia con Jack Mallers, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anuncia (en inglés) que El Salvador estaría adoptando el Bitcoin como moneda de curso legal tres meses después. Para sorpresa del mundo entero -y especialmente de los salvadoreños que escucharon la noticia por primera en ese momento- El Salvador se convertiría en el primer país en adoptar Bitcoin como moneda de curso legal.
Tres días después al anuncio en Miami, la que pasaría a ser conocida como “Ley Bitcoin”, que constaba de apenas 16 artículos, fue aprobada por la Cámara de Diputados por mayoría absoluta. Así, el 7 de septiembre de 2021, hace exactamente un año, el Bitcoin pasó a ser moneda de curso legal en El Salvador.
Bajo la promesa de dar 30 dólares a cada persona que descargara la aplicación “Chivo Wallet”, millones de salvadoreños, sin haber oído hablar nunca antes del Bitcoin, se apresuran a descargar la aplicación en sus celulares. Si las políticas del presidente Bukele se basaron en la improvisación, la Chivo Wallet no fue diferente, la aplicación se lanzó con todo tipo de fallas que hacían perder dinero a los usuarios que querían pagar por algún bien o servicio, o por parte de los empresarios que intentaban usar la aplicación para recibir pagos que nunca llegarían a sus billeteras. Por si eso fuera poco, muchas personas fueron víctimas de la clonación de su DUI y, cuando intentaron registrarse en la aplicación, se enteraron que su DUI ya había sido utilizado; pero ante tales anomalías, el gobierno de Bukele optó por el silencio.
Entre altibajos, en noviembre de 2021, el Bitcoin alcanzó su máximo histórico de $68.500 por unidad, lo que llevó al presidente Bukele y a sus seguidores en todo el mundo a la euforia, ya que vieron en el mandatario milenial a un verdadero estadista capaz de pensar fuera de los esquemas preestablecidos. Delante de las expectativas más que positivas, ese mismo mes, durante la Conferencia Latinoamericana de Blockchain en El Salvador, Bukele hizo dos anuncios importantes: la construcción de una ciudad llamada “Bitcoin City” y el lanzamiento de una deuda soberana en criptomoneda, algo que hasta el momento era desconocido en el mundo, por el valor de mil millones de dólares los cuáles se utilizarían para la compra de Bitcoin (50% del total) y el resto para la construcción de infraestructura para Bitcoin City, promesas que hasta el momento no se han cumplido.
Pero las perspectivas políticas y económicas para 2022 no eran nada halagüeñas; la inflación en Estados Unidos y en el mundo, como consecuencia de la apertura post-covid, empezó a presionar a los bancos centrales a subir las tasas de interés para tratar de contener la ola inflacionaria. Pero también muchos bancos centrales anunciaron que ya estaban en la fase de prueba de varios proyectos oficiales de criptomonedas (las Monedas Digitales del Banco Central – CBDC) y sentenciaron que regularían agresivamente el mercado de criptomonedas.
Sumado a esto, e inesperadamente, Rusia anunció la invasión a Ucrania lo que generó un aumento en los precios de los alimentos, el gas y el petróleo, ejerciendo aún más presión inflacionaria en todo el mundo. Todo esto ha tenido un impacto negativo directo en el precio de Bitcoin y los mercados financieros en general. Así, de ser considerado como una cobertura antiinflacionaria, el Bitcoin no sólo siguió la tendencia de otros activos financieros sino que mostró una tendencia amplificada generando pérdidas superiores al 60% en los últimos 12 meses. El Salvador, por su parte, ha sufrido enormes pérdidas no solo por la inversión multimillonaria en la implementación de la ley Bitcoin, como también por el hecho de que el presidente ha adquirido hasta el momento más de 2300 Bitcoins por un valor nominal de más de 100 millones de dólares.
Ante este escenario cabe preguntarse, ¿Funcionó la Ley Bitcoin en El Salvador? Dejémonos guiar por las promesas del presidente Bukele:
- El Bitcoin actuará como cobertura frente a la inflación: ya hemos visto que el efecto ha sido el contrario; mientras que el valor de compra de las monedas fiduciarias ha caído entre un 10% y un 12% como consecuencia de la inflación en Europa y Estados Unidos, el Bitcoin ha perdido más del 60% de su valor.
- El Bitcoin permitirá a El Salvador pagar toda su deuda pública: de hecho, la Ley Bitcoin ha sido una de las razones por las que instituciones como el FMI han bloqueado el acceso al crédito a El Salvador. Pero no sólo eso, las agencias de riesgo han aumentado el riesgo país y rebajado la calificación de la deuda soberana salvadoreña, siendo El Salvador actualmente el tercer país con peor riesgo país de América Latina, lo que cerró la puerta al crédito en los mercados financieros.
- El Bitcoin funcionará como moneda de curso legal: actualmente en El Salvador, tras la euforia de recibir los 30 dólares que ofreció Bukele por descargar la app, muy pocas personas siguen usando el Bitcoin y la Chivo Wallet como medio de pago. Está claro que la gente nunca ha entendido la razón (quizás porque realmente no existe tal razón) por la que deberían usar Bitcoin y no el dólar, una moneda estable, para realizar pagos.
- El uso de Bitcoin y la Chivo Wallet reducirán los costos de las remesas: en la práctica, menos del 2% de las remesas son enviadas por salvadoreños residentes en el exterior a través de Chivo Wallet, talvez porque simplemente no consigan ver la ventaja de usar la app para hacer los envíos de remesas a sus familiares.
- El Salvador se convertirá en un centro financiero mundial: nada más falso que eso, una decena de empresas llegaron a El Salvador en busca de un paraíso fiscal y otras anunciaron que abrirían sucursales en el país, promera que a final de cuentas no ha se ha concretizado.
- El valor del Bitcoin alcanzará los 100 mil dólares en 2021: la promesa se pospuso para 2022 pero, según Bukele, en 2031 el Bitcoin alcanzará el valor de 1 millón de dólares por unidad…
- El Bitcoin permitirá la bancarización del 70% de la población salvadoreña que no tiene acceso al sistema bancario: como quedó claro en el punto 3, la bancarización nunca se dio y la mayoría de la población sigue sin acceso al sistema bancario y sin utilizar la Chivo Wallet.
El éxito del Bitcoin como moneda de curso legal en El Salvador dependió (y aún depende) exclusivamente del incremento (exponencial o no) en su precio; al ser un activo altamente especulativo y que depende del aumento de su demanda, el éxito del Bitcoin en El Salvador está totalmente fuera del control de Bukele, de ahí que la apuesta carece de sólidos fundamentos económicos y teóricos. Pero, aparentemente, Bukele realmente creía que su popularidad y entusiasmo serían suficientes para que el Bitcoin continuara en una curva ascendente sin fin. Dicho sea de paso, creer que se puede enriquecer en el mercado de valores asumiendo que el valor de una acción o de una criptomoneda seguirá siempre una curva ascendente es un error de principiantes.
La Ley Bitcoin ha tenido dos marcas fundamentales: la ausencia absoluta de transparencia y rendición de cuentas y el control exclusivo de la toma de decisiones por parte del presidente Bukele. Hasta el momento sólo se puede hacer estimaciones aproximadas de cuánto ha invertido el país en la Ley Bitcoin, pero el único que realmente sabe cuánto se gastó es Bukele quien decidió declarar reservados todos los gastos realizados en el proyecto. El proyecto sufrió serios cuestionamientos políticos y técnicos no solo en el país sino en todo el mundo, a lo que Bukele no le dio la menor importancia. Premios Nobel de economía y docentes de las mejores universidades del mundo cuestionaron a Bukele al respecto, pero solo recibieron como respuesta las burlas del presidente milenial. En El Salvador, la mayoría de los tanques de pensamiento, intelectuales, universidades, economistas, políticos y una parte de la sociedad civil se opusieron al proyecto, pero nada de eso fue suficiente para que Bukele cambiara de opinión.
Sin embargo, yo me pregunto, ¿sería diferente la historia si el precio del Bitcoin estuviera por encima de los 100 mil dólares y no los 20 mil actuales? ¿Sería eso suficiente para que Bukele declarara el éxito del proyecto? Al ser entrevistado por Peter McCormack hace poco más de un año, Bukele afirmó que los economistas estaban equivocados y planteó la pregunta retórica, “¿pero qué podría salir mal?”. La respuesta está ahí, una caída vertiginosa en el precio del Bitcoin fue suficiente para que todo el proyecto fracasara dejando un rastro de 400 millones de dólares de déficit fiscal, más de 200 cajeros automáticos abandonados en todo el país, una infraestructura inservible y un presidente que no da su brazo a torcer delante de su error garrafal, que evita hablar del tema o dar entrevistas a los medios con una línea editorial diferente a la suya, y que prefiere pedir a los salvadoreños que “no miren la gráfica- del precio del bitcoin- y disfruten la vida” antes que darles explicaciones por el fracaso de un proyecto que el país no necesitaba.