Un par de meses atrás el presidente Nayib Bukele anunció que estaría lanzando una aplicación, la así llamado chivo wallet, a través de la cuál los salvadoreños podrían realizar transacciones usando el bitcoin. “Para que el sistema arranque” el presidente ofreció darle 30 dólares a cada persona que bajara la aplicación en su teléfono celular, pero advirtió, ese dinero es para usarlo, no para sacarlo en dólares en los cajeros chivo.
Pero el salvadoreño es creativo y está siempre en la rebusca, así que sin pensarlo dos veces familias enteras se dispusieron a ir en busca de esos 30 dólares que el presidente les había prometido enfrentando así largas filas en los cajeros chivo para poder canjear los 30 dólares. El mercado negro no se hizo esperar y comenzaron a aparecer los cambistas ofreciendo 25 dólares en metálico a cambio de los 30 dólares en bitcoin almacenados en la chivo wallet.
Tres semanas después de haber lanzado la chivo wallet, y después de todos las fallas que la billetera digital enfrentó, el presidente llegó a la conclusión que la gente no estaba dispuesta a usar la cartera digital, a no ser para sacar los 30 dólares. Por lo cual decidió cambiar de estrategia y el día 29 de septiembre anunció que estaría dando 20 centavos de descuento por galón a todas aquellas personas que llenaran su tanque de gasolina usando la chivo wallet. Evidentemente, para poder hacerlo los usuarios tendrán que cargar la chivo wallet, no más con los 30 dólares iniciales, ahora con su propio dinero, para poder así tener acceso al descuento de 20 centavos.
Pero, ¿quién pagará ese generoso subsidio, el presidente Bukele? No mi estimado, será nada más y nada menos que usted mismo. Se lo explico aquí. A la hora de cargar la chivo wallet con los bitcoins una tasa de cambio le será aplicada, y aunque el gobierno insista que no cobra comisiones por las transacciones efectuadas con la chivo wallet, en realidad las cosas son diferentes, y como era en los viejos tiempos cuando los salvadoreños tenían que cambiar dólares a colones, ahora le toca al pueblo cambiar sus dólares estables para un bitcoin altamente volátil, y es ahí donde está el truco.
En ese momento, sea el banco o el gobierno que le venda bitcoins, la tasa de cambio aplicable no será aquella que es negociada a cada segundo en la red blockchain; la tasa que el cambista le aplicará es aquella que a él se le antoje, ya sea con cinco, diez o quince por ciento de “spread”. ¿Pero qué es el spread? El spread es la diferencia existente entre el precio de compra y venta. El banco le venderá el bitcoin a un precio superior al valor de mercado, pero se lo comprará a un precio inferior. En esa jugada el banco (o el gobierno) se quedará con una diferencia substancial, y es ahí donde habita el negocio tanto del gobierno (en realidad la chivo sa de cv es una empresa privada) como de los bancos, a la hora de comprar y vender los bitcoins.
Por lo cuál, si usted cree que el gobierno está siendo generoso con ese descuento de 20 centavos, le tengo malas noticias, el presidente más una vez le está mintiendo, lo único que él quiere es que la gente use la chivo wallet, y ya que el truco de los 30 dólares no le funcionó, ahora contra ataca y le pone más una trampa al pueblo para que al final se acabe acostumbrando a usar la chivo wallet para que poder quedarse con el dinero del pueblo.
¿Quieren un consejo? No caigan en esa trampa.